El mundo está transitando hacia una economía y desarrollo más sostenible y MASISA lo sabe. Pero en este proceso de evolución, no basta con ser espectador. Por lo mismo, la compañía se sumó al segundo “Acuerdo de Producción Limpia (APL): Transitando hacia una economía circular”, un programa que reúne a 27 empresas a lo largo de Chile, que está compuesto por organismos público-privado liderado por Acción Empresas, Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático.
Pertenecer al APL conecta a la compañía con la estrategia de sostenibilidad, el cual permite ejecutar la línea base de circularidad, con la que se podrá elaborar un plan de gestión y guiar la reducción de recursos primarios como fuentes fósiles.
Es por ello que en septiembre de este año, se le realizó la primera auditoría intermedia, específicamente en el Complejo Industrial Cabrero, el objetivo fue evaluar el grado de cumplimiento de las metas y acciones de la APL al mes 9 de la implementación, evaluando el 51% de las acciones auditables en la operación industrial.
En este proceso, se acordaron cuatro metas: contar con un compromiso corporativo para medir y aumentar el grado de circularidad, desarrollar una línea base que mida el estado actual de circularidad, implementar un plan de gestión para aumentar el grado de circularidad de las empresas e instalar capacidades para la economía circular.
Cada meta se sostuvo por distintos compromisos y acciones de parte de MASISA y ACCIÓN Empresas. El informe señaló el cumplimiento ponderado de la instalación para cada una de las metas, en relación a las acciones comprometidas y que se están ejecutando. Según lo detallado en él, las metas uno, dos y cuatro presentaron un 100% de cumplimiento. La meta tres, respecto de implementar un plan de gestión para aumentar el grado de circularidad de las empresas, no se evaluó en esta primera auditoría, ya que todas sus acciones tienen plazo de medición posterior al mes 9 del APL.
La importancia de ser parte del Acuerdo de Producción Limpia, transitando hacia la economía circular
Los beneficios de unirse a un acuerdo como el APL son tanto ambientales como sociales, los que se concretan a través de la identificación de oportunidades de circularidad en los flujos de entrada -como lo son los insumos, el agua y la energía- y los de salida, como los residuos sólidos, líquidos y de emisiones. Asimismo, este acuerdo permitirá la reutilización de materiales que hoy son desechados, lo que se traduce a un ahorro de transporte y disposición final; también apoyará a la generación de alianzas con otras organizaciones y permitirá el desarrollo de planes de acción, entre otros beneficios.
“Nos importa ser agentes de cambio y que se refleje en la práctica. Por eso, sumarnos a este acuerdo y transitar como compañía hacia una economía circular tiene varios objetivos: nos permitirá generar instancias e integración de trabajo colaborativo, podremos fortalecer la gestión de la economía circular y de sostenibilidad y lograremos impactar a nivel nacional, al alinearnos hacia el Chile circular que buscamos ser de aquí a 2040”, señala Reinaldo Gallegos, Gerente de Salud, Medioambiente, Seguridad y Relación Comunitaria de MASISA. “Estar involucrados en la APL nos sitúa frente a frente a los desafíos que el planeta tiene hoy y que requiere de acciones urgentes. Disminuir la generación de residuos, el consumo del agua y de energía, entre otros, nos permitirá crear valor en lo social, económico y medioambiental”.