El Modelo de Riesgos constituye un elemento clave para la sostenibilidad del negocio. Con la identificación, evaluación y administración de los riesgos y controles internos, Masisa protege e incrementa el valor para sus accionistas y públicos de interés.
El Código de Gobierno Corporativo entrega las normas del proceso de revisión y análisis de los riesgos, a la vez que la Política de Gestión
de Riesgos y Auditoría Interna proporciona los lineamientos a todas las partes de este proceso, donde participan:
→ La Administración: Encargándose de gestionar los riesgos en las distintas áreas, ya sea internamente o a través de evaluaciones realizadas en el contexto de certificación externas (ISO , FSC®, etc.) o empresas aseguradoras.
→ Auditoría Interna: Evaluando de forma independiente el estado de control interno y el cumplimiento de los planes de acción comprometidos por la Administración.
→ Directorio: Monitoreando el proceso periódicamente.
La gestión integral de riesgos incorpora a los riesgos directos que afectan a la organización, así como a todos aquellos que pudieran surgir de las demás empresas del grupo. Además, se consideran dentro de este análisis a los riesgos de filiales, proveedores y clientes, entre otros actores, que pudiesen impactar los objetivos de la Compañía. Los riesgos estratégicos y operacionales y las medidas de control son evaluados de acuerdo con el Marco Integrado de Control Interno y al Marco Integrado de Gestión de Riesgo Empresarial desarrollados por COSO e ISO 31.000. Los riesgos levantados de los procesos de negocios se ponderan considerando su impacto y probabilidad de afectación a la compañía, en conjunto con la evaluación del control interno, con la finalidad de enfocar y priorizar los recursos en la mitigación de riesgos que no son tolerables para la consecución de los objetivos del negocio.
El proceso de gestión de riesgos es continuo y sistemático y se desarrolla a distintos niveles. Mensualmente se analizan y actualizan los riesgos relevantes que pudiesen impactar el cumplimiento del Plan Estratégico anual, monitoreando el grado de eficacia y cumplimiento de los planes de mitigación definidos.